Una Brujita en la Ciudad

¡Hola! Son las 4:00 p.m. del miércoles 26 de noviembre del 2020,  menciono la fecha, por la simple y sencilla razón de que desde hace un par de horas, estoy como adolescente esperando un mensaje.  Hacía tiempo que no me sentía con la ilusión de recibir un mensaje de alguien en particular, incluso creía que esos sentimientos ya estaban erradicados de mi ser, que no necesitaba estar pendiente de si alguien me lo mandaba o no para cambiar mi estado de animo o mi día, pues estos días he descubierto que estaba muy equivocada, que no es que los necesite como tal, sino que me gusta recibirlos de esa persona en particular.  La cuestión aquí es que en este punto no sé,  si es ya un típico caso de "Ghosting" o si mi ansiedad me está haciendo alucinar cosas muy intensas, solo que creo que estoy en la parte donde malamente me acostumbré a recibir un mensaje diario o casi a diario, lo que hizo que la parte de la "ilusión" creciera por decirlo de algún modo.  Así que en este mome

¡Hola! El día de hoy estoy cerrando mi último día con 33 años. Para darle el cierre a este año que se va, quiero compartirles todo lo que aprendí, acompañado de ciertas vivencias y de que a pesar de lo incierto que fue en más de una ocasión, pude salir avante.  Así que aquí vamos, este año:  Entendí (una vez más) el valor de la amistad real, dándome cuenta que no importa la cantidad sino la calidad, agradecer por quien está a pesar de los años y los daños. Rompí patrones familiares que ya no me sirven. Recibí abrazos de esos que te estrujan el alma y de los que se siente bien bonito recibirlos.  Retomé mi gusto por el basquetbol, me emocioné, grité, me enojé como niña chiquita en cada partido al que tuve oportunidad de asistir.  Pase momentos incomparables e increíbles al lado de mi hermana, con muchas risas y sabiendo que con ella puedo ser yo sin miedo a nada.  Recibí sorpresas maravillosas, que me hicieron agradecer aún más mi preciosa vida. Me hice mi primer tatuaje, venciendo el m

 ¡Hola!  Para los que no saben, el otoño es mi temporada favorita del año, podría enlistar las razones por las cuales me encanta y me hace muy feliz, pero ese no es el tema de esta entrada, sin embargo, si va relacionado, ya que así como en otoño, las hojas de los árboles cambian de color y caen para prepararse para lo que dará fruto el próximo año, todos en mayor o menor medida debemos de estar preparados para soltar, para dejar ir todo aquello que ya no nos hace bien o que simplemente no encaja en nuestra vida, por eso hoy quiero compartirles una lección de desapego que tuve:  Pero antes de pasar a la historia en si, quiero compartirles que hace un par de años, me generaba un conflicto enorme pensar siquiera en "perder" o dejar ir las cosas ya sea materiales, emocionales o incluso dejar personas que sabía que no eran buenas para mi. Podía hacer berrinches, aferrarme a ellas como si se me fuese la vida en ello, preguntarme constantemente porque tenía que ser así, hasta vivir

 ¡ Hola a todos! Ayer pase por una situación no muy agradable, en la que en un debate (por decirle de alguna manera) con una persona que es importante para mi, me dijo textualmente:  "Seguramente tú haz de ser muy feliz"  Anteriormente me hubiera enganchado bastante con ese comentario y le hubiera "enlistado" todas las razones, por las que considero que soy una persona muy feliz, pero aunque no voy a negar que su comentario me lastimó, se que es inútil explicarle las cosas porque tal y como se lo dije creo que no me conoce.  Derivado de eso durante el día de hoy estuve pensando y dándole vueltas a cuales son las cosas/situaciones/personas, etc. que me hacen ser una persona feliz, si bien no soy una persona feliz todos los días pues como humana que soy atravieso por mil y una emociones, sin embargo, todos los días busco y/o experimento algo que me hace muy feliz.  Así que y haciendo una encuesta con algunos de mis compañeros en la oficina, concluimos que la felicidad

Hola de nuevo...  Ya tenía varios días queriendo escribir de nuevo, sobre todo acerca de esto, pero de repente tenía la inspiración, luego se me iba y no volvía,  hasta hoy que me sentí con ganas de escribir, como por arte de magia la inspiración hizo su aparición, voy a tratar de escribir, como si estuviera contando la historia que espero me salga del alma.  Esta entrada va para ti... Dicen los que saben que hace (apenas) 33 años y medio, después de mi llegada a este mundo, te fuiste detrás de mi para asegurarte que no me cambiaran en el hospital, dijiste que desde el primer minuto, lloré y lloré, así quedaría escrito mi destino: sería una chillona.  A partir de ahí estuviste siempre presente en mis mejores y peores momentos, aunque tengo muchas lagunas mentales de mi niñez, recuerdo que cuando no quise comer, me echaste la sopa en la cabeza, me dijiste que nunca podría tatuarme o me correrías de la casa, me decías que no fuera tan empalagosa, pero nunca me negaste tu

Hola de nuevo... Anoche meditaba un poco acerca de un tema y hoy quise venir a plasmarlo aquí: Pensaba acerca de las personas que llegan a nuestra vida y que a pesar de todo se quedan en ella, para de una u otra manera hacerla mejor, claro está que es muy cierto eso que dice que nunca terminamos de conocer a las personas, así como tampoco mostramos nuestro 100% a cada persona que se atraviesa en nuestro camino, pero me refiero a aquellas con las que podemos ser nosotros mismos, sin caretas, tal cual somos y aún así permanecen en nuestra vida. Mi pensamiento central fue en particular con una persona que es sumamente especial para mi, pensaba en como Dios, la vida, el universo y todas las divinidades posibles, lo pusieron en mi camino para enseñarme múltiples cosas y como dice la primera de las 4 leyes espirituales hindúes: "La persona que llega, es la persona correcta", esto porque me acordaba que las cosas sucedieron en el momento indicado, no antes ni después, si hubie

¡Hola! Hace unos cuantos meses se me rompió el corazón por una pena de amor, no voy a decir que: "me rompieron el corazón" porque considero que para que esa relación haya terminado ambas partes colaboramos, si es que se puede decir de alguna manera, en fin ese no es el tema de hoy.  El caso es que así con el corazón roto un día de tantos en los que solo lloraba y lloraba me dio por ponerme a escribir, historia en este blog que no llegué a publicar, hoy para dar entrada al tema quiero compartirles un pedacito de dicha historia:  "Todos los días me levanto con una interrogante en mi cabeza, la cual es el titulo de esta entrada: ¿Cuándo voy a dejar de extrañarte?  Quizás podría parecerte absurdo, a muchos quizás repetitivo, aburrido o fuera de lugar, pero no pasa un minuto en el que no me haga esa pregunta, como si fuera disco rayado o canción en mi mente solo suena el: cuándo, cuándo, cuándo... " Y entonces un día meses después de terminar con esa re