¡Hola!
Hace meses que no pasaba por aquí (como ya es costumbre) aunque siempre hay temas rondando por mi cabeza, no me doy el tiempo de venir aquí a plasmarlos.
El tema que me trae hoy es porque hace un ratito, Facebook me recordó que hace algunos años, aborrecía con todo mi ser el 14 de febrero, y no lo digo de broma, en verdad lo hacía y claramente me aseguraba de que todo mi circulo (hasta virtual) lo supiera. Era la "Grinch" del día de San Valentín.
Me escudaba a mi misma diciendo que mi repudio era porque había 364 días restantes para celebrar el amor y la amistad y que estos no eran exclusivos del 14 de febrero (lo sigo creyendo, para mi estas dos cosas deben de demostrarse siempre para la gente que nos es importante). Y no saben la cantidad de veces que escuché el: "es que odias el 14 de febrero, porque estás soltera, si tuvieras a alguien otra cosa sería".
Inserten aquí el emoji de poniendo los ojos en blanco, porque literalmente así era mi cara cada vez que lo escuchaba y más aún porque se me hacía algo increíble que las personas creyeran que en verdad necesitaba una pareja para sentirme completa, plena o feliz.
Sin embargo, a pesar de que no comulgaba con esto, todos los 14 de febrero, hacía de mi día del amor y la amistad, un verdadero martirio, me auto flagelaba (aún y cuando no lo aceptara abiertamente), lloraba por las esquinas deseando en secreto tener a mi "Valentín", que de la nada cupido se apareciera y por fin realizara el sueño de pasar el día rodeada de mucho amor...Esto sin saber que ese amor que tanto deseaba y buscaba ya se encontraba en el lugar más importante: dentro de mi.
Y si, puede sonar muy trillado, muy cliché e incluso hasta caer en el reciente spam que nos grita a cada momento que debemos amarnos a nosotros mismos, sin saber que esta tarea es inmensa y sinceramente nada fácil de lograr (no me dejaran mentir). Pero cuando descubrí esto un panorama enorme se abrió a mis pies, descubrí que si bien el 14 de febrero era "solo un día" una celebración más, no podía negar que el amor siempre estaba a mi alrededor, de una y mil maneras, no solo el amor romántico que tanto deseaba.
Fue ahí donde entendí que no podía seguirme negando al amor, a sentir, a dejarme llevar incluso por la mercadotecnia (y miren que soy mercadóloga de profesión) y de repente me encontré a mi misma recibiendo una cantidad de amor que llenó de gozo y calorcito a mi corazón.
Hoy por hoy, tengo una relación de pareja, una que hemos estado construyendo con las bases firmes de ser dos adultos responsables (si afectivamente) que saben lo que quieren y que definieron desde un principio que no habría expectativas, pero con la claridad de querer estar juntos e ir caminando de la mano, si, hoy ya no estoy llorando en el día de San Valentín, hoy estoy plenamente consiente de que todo ese amor que yo quería esta primero dentro de mi, porque me tengo a mi antes que a nadie más y es por eso que hoy puedo compartirme de manera plena y consciente con alguien más.
Hay días duros donde ese amor propio se tambalea, incluso se hacen pequeñas grietitas por donde se cuelan los miedos del pasado, pero como les decía este es un trabajo de todos los días, de abrazarnos mucho y abrazar el momento y si, de disfrutar la vida porque es tan cortita.
Quiero compartirles que si ustedes se sienten con ese vacío, esos pensamientos horribles que los traicionan, los sacan del ring y los dejan sin fuerza, recuerden que todo pasa, todo es impermanente, cuando se está en la tormenta, es muy difícil pensar que va a pasar y que saldrá el sol. Pero se los juro, si sale, de repente todo se acomoda, y se ve un panorama más amplio, más clarito y si más brillante.
Por mi parte les mando mucho mucho amor, que ese nunca nos falte, que lo podamos ver y sentir en todo aquello que nos rodea, porque en verdad ahí esta, a veces incluso disfrazado en las cosas que menos se perciben.
¡Feliz día de San Valentín!
Un abrazo fuerte a todos
Angie ♥
Comentarios